Antes del lavado, desenreda.

Es necesario que compruebes que el cabello de la peluca está desenredado antes de lavarla. Para ello, lo mejor es utilizar un peine de dientes anchos. No utilices nunca cepillos, y recuerda que desenredar siempre con el cabello seco es esencial para cuidar tu peluca.

El lavado.

Una vez desenredada, en tu mano apoyada y bajo del grifo con agua fría/tibia pones champú, deberás lavar solo con tus dedos, y posteriormente enjuagar, luego de retirar totalmente el champú, deberás llenar la pileta o un recipiente con 2/3 cucharadas de enjuague, y déjar la Peluca en reposo durante unos 30 minutos. No debes frotarla, peinarla ni enjuagarla. Luego tendrás que dejarla sobre una toalla, debiendo reposar en el cabeza hasta que se seque por completo.

El secado.

 Una vez tenemos bien lavada la peluca, solo nos queda dejarla secar al aire. Para ello, coloca tu peluca en el soporte, ya que este permite secar tanto la zona interior como exterior. Antes de hacerlo, recuerda quitar el exceso de agua envolviéndola en una toalla… ¡pero siempre sin frotar ni retorcer el pelo!

El peinado.

 Ten en cuenta que nunca podrás utilizar con tu peluca sintética aparatos de calor como: secadores, planchas, tenacillas rizadoras, etc. Una vez la peluca esté seca, utiliza las puntas de los dedos o un peine de dientes anchos, para darle a tu peluca el peinado y el estilo que deseas. No es recomendable peinarla cuando está mojada, para que no se estropee. La clave para cuidar tu peluca correctamente está siempre en peinarla una vez esté bien seca.

Últimos retoques.

Puedes pulverizar tu peluca con spray acondicionador a unos 10 cm, esto le aportará protección y brillo al pelo. A continuación, sacudir y peinar dándole el estilo deseado